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Joven estrella nos ofrece pistas sobre el pasado del Sol

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13 junio 2016

Podría parecer una estrella, incluso podríamos llegar a decir que lo es, pero aún no genera energía como una estrella normal. Esto se debe a que este objeto estelar aún se está formando.

Así, nos permite adivinar una parte fascinante de nuestro propio pasado, ya que el Sol también nació en forma de estrella “T Tauri” hace unos 4.600 millones de años.

Situada a unos 1.800 años luz, en la constelación de Cygnus, V1331 Cyg no era en origen más que una difusa nube de gas en el espacio. Sin embargo, con el tiempo, la gravedad ha ido comprimiéndola, aunque el proceso aún está lejos de acabar. V1331 aún no está completamente formada, por lo que aún es más grande de lo que será una vez que la gravedad haya acabado de darle forma. Su brillo se debe a la energía que libera a medida que decrece.

Al final, será tan compacta que la temperatura en su centro provocará una fusión nuclear. Así, el hidrógeno se transformará en helio, y este expulsará enormes torrentes de energía que harán que V1331 Cyg, esta vez como estrella de pleno derecho, brille durante miles de millones de años.

Las franjas de polvo que rodean la estrella son restos de la nube a partir de la cual se ha ido condensando. A menudo, este disco circunestelar oscurece nuestra visión de este joven objeto, pero por suerte, esta vez estamos orientados al polo rotacional de la estrella, por lo que se nos presenta como si fuera el haz de un enorme foco.

El disco circunestelar es el lugar en que los planetas se forman y, en el caso de V1331 Cyg, parece que su tiempo está agotándose. Las estrellas T Tauri producen fuertes vientos de partículas atómicas que disipan estos discos, dando así fin a la formación de planetas.

Esta imagen fue tomada por el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA y es una combinación de tres exposiciones capturadas a distintas longitudes de onda por Hubble y que equivalen casi por completo a la vista humana: azul, verde y, en lugar de la luz roja que nuestros ojos serían capaces de captar, luz casi infrarroja.

Agradecemos a Rafael Garces por enviarnos la información.

Esta publicación fue financiada por el Fondo ALMA-CONICYT, asignado al proyecto N° 31140016