Keerthana Jegatheesan
Desde su descubrimiento en julio de 2025, el objeto interestelar denominado 3I/ATLAS ha despertado el entusiasmo de los grupos de investigación cometaria de todo el mundo. Aquí, en el IEA, nuestros astrónomos han comenzado a rastrear el objeto interestelar con OMA500 telescope — a telescopio óptico de 50 cm ubicado en el Observatorio El Sauce en el valle del Río Hurtado de Chile. Las observadoras de la AIE incluyen Prof. Bin Yang, y las estudiantes de doctorado Prachi Chavan, Tatevik Mkrtchyan, y Javiera Espinoza, junto al estudiante de Magíster Gabriel Pichihueche from Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Antes de profundizar en por qué este objeto es especial, primero debemos observar la (bastante corta) historia de los objetos interestelares observados — una historia de solo dos confirmados hasta ahora — 1I/Oumuamua (2017), 2I/Borisov (2019). Seis años después, el tercer objeto interestelar 3I/ATLAS se ha unido a sus filas, detectado por primera vez por el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) en Chile. 3I es único debido a su órbita hiperbólica, con una alta excentricidad de alrededor de 6, una clara señal de que no se trata de un objeto que provenga desde el interior de nuestro Sistema Solar, donde los cometas que atraviesan el Cinturón de Kuiper o la Nube de Oort siguen órbitas parabólicas con excentricidades mucho menores.
Dele un vistazo rápido a 3I/ATLAS: Este vídeo muestra el seguimiento del cometa 3I el 19 de agosto, observado con los filtros g, r, i de OMA500. El vídeo se compuso a partir de 10 exposiciones individuales en cada filtro (cada exposición dura 150 segundos). Creado por Prachi Chavan y Tatevik Mkrtchyan.
¿Por qué el IEA está rastreando a 3I?
“En este momento, el núcleo y una parte de la coma del objeto son visibles. Cuando 3I se acerque a su punto más cercano al Sol, el perihelio, a finales de octubre, probablemente experimentará su pico de actividad: el núcleo del cometa se calienta y se vaporiza, liberando gases y polvo que forman una coma y una cola bien definidas”, explica Prachi Chavan, estudiante de doctorado en el IEA especializada en objetos del Sistema Solar. “Al monitorear esta actividad cometaria a lo largo del tiempo, podemos observar cómo la coma se agranda y la cola se alarga, lo que nos permite observar la desgasificación y su evolución”.
"Tras cruzar el perihelio, continúa su viaje hiperbólico para no volver a ser visto. Los cometas son visibles en esos instantes fugaces, sobre todo en el caso de los raros objetos interestelares descubiertos por casualidad. Esto convierte los estudios científicos cometarios en oportunidades únicas en la vida en muchos casos, por lo que nos gustaría utilizar nuestros recursos para rastrear la actividad cometaria de 3I", comenta la estudiante. También destaca la importancia de la investigación sobre objetos cometarios interestelares, considerando su naturaleza prístina: "Los cometas, en general, llevan impresa la información del Sistema Solar primitivo. Comparar sus propiedades con las de los cometas de nuestro propio Sistema Solar nos permite comprender mejor nuestros orígenes y, potencialmente, los de otros sistemas planetarios. Por ejemplo, si encontramos características y propiedades compartidas, podría indicar la posibilidad de sistemas solares similares más allá del nuestro".
El primer artículo científico publicado sobre 3I/ATLAS en Astrophysical Journal Letters (ApJL), coescrito por la profesora Bin Yang, se puede leer aquí. En otro artículo de apoyo,su equipo descubre que el 3I muestra una composición similar a la de algunos meteoritos basándose en observaciones en el infrarrojo cercano utilizando IRTF.