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Eclipse Solar: ¿Qué pasa si lo miras directamente?

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Una de las cosas más importantes a tener en cuenta es que, por más curiosidad que tengamos, no debemos mirar un eclipse solar directamente sin un filtro especial para esto, pues podría llegar a causar la pérdida permanente de la visión.

Para una mejor explicación, les dejamos un artículo publicado por el Oftalmólogo Hondureño, Dr. Francisco Dacarett

 ¿Qué pasa cuando miras directamente al Sol?

Siempre que suceden estos fenómenos astronómicos surge la pregunta: ¿Es malo ver al Sol directamente? (sin un filtro adecuado). La respuesta es sencilla: ¡Sí lo es!

Fotografía de un eclipse solar durante la fase de totalidad. Se aprecia un circulo negro, rodeado de un halo de luz: La corona o atmósfera solar
Mirar directamente a un eclipse solar sin protección adecuada puede causar daños permanentes en la visión.

En el momento que usted ve el Sol prolongadamente, se empieza a desenvolver una quemadura en su ojo. De los 3 tipos de luz que el Sol produce (la luz visible, la infrarroja y la ultravioleta) la ultravioleta es la que más daño le hace a nuestro ojo y especialmente más cuando se ve reflejada en la nieve, la arena y el agua (de ahí que nos quemamos más en la playa).

Imagen del océano visto desde la playa, con el Sol en frente, produciendo un fuerte reflejo de luz en el mar y en la arena húmeda.
El sol reflejado en la arena o el agua puede producir daños a nuestra piel y ojos.

Las células de la córnea (Primer lente transparente en frente del ojo) se empiezan a inflamar y a veces explotan cuando están superexpuestas a la luz ultravioleta. Muy parecido a una quemadura de piel. Los síntomas de esta condición son conocidos como fotoqueratitis y generalmente aparecen horas después de la exposición a la luz, este fenómeno sucede también en quien ve la luz de la soldadura por mucho tiempo. Los síntomas empiezan como una sensación de arenilla en el ojo que no se quita por mucho que nos pongamos gotas o nos lavemos el ojo. Afortunadamente este efecto es temporal mejorando en 36 horas si es bien tratado por su oftalmólogo.

Imagen de un ojo con daño a la córnea. Se ve como si estuviese cubierto de una capa de color blanco lechoso, semi transparente.
El daño a la córnea por estímulo luminoso en exceso puede causar dolor intenso y baja de visión temporal.

Posibles daños si observamos un eclipse directamente

Lo anterior es si vemos el Sol por segundos o minutos, pero si nos quedamos viendo al Sol durante 30 minutos o más (como en los casos de un eclipse) se puede causar daños en la retina (la parte posterior del ojo). Al causar daño en esta área se le llama de Retinopatia Solar, Retinopatía por Eclipse o Retinitis foveomacular. El daño de la retina no es doloroso como el de la córnea, pero puede resultar en pérdida de la visión permanente.

Cuando las células fotoreceptoras son superestimuladas liberan una cascada de señales químicas que transmiten información al cerebro. En concentraciones suficientes como al mirar al Sol directamente, estas reacciones químicas pueden dañar el tejido vecino. Generalmente esta condición es reversible con el tiempo, desde meses hasta un año dependiendo de la cantidad de daño recibido. Pero si se produce un daño prolongado a la retina, mirar al Sol directamente lo puede dejar parcialmente ciego.

Se ve una fotografía de la retina hundida en un punto (señalado por una flecha roja en la imagen)
El daño permanente de los conos (como lo marca la flecha roja) es causado por el estímulo en exceso de luz solar.

La exposición prolongada a la luz UV puede dañar la mácula que es el centro de la retina donde están las celulas de mejor recepción de detalles y colores llamadas de conos. Cuando es expuesta a mucha luz la pupila (niña del ojo) se contrae para proteger el resto de la retina pero aun así los rayos luminosos que llegan hasta la mácula de manera concentrada pueden producir daños permanentes, básicamente ese punto negro que vemos cuando nos toman una foto con flash nunca se quita.

El lente del ojo (cristalino) también puede dañarse por mucho estimulo de luz UV y causar catarata. La conjuntiva también se ve afectada causando Pterigion o pinguecula.

Fotografía de un ojo cubierto en parte por una capa blanca y con venas delgadas que está alcanzando la pupila.
El pterigio, la pinguecula y la catarata también pueden ser consecuencias de una exposición prolongada del ojo al sol.

Así que mirar al Sol sin la protección ocular adecuada es claramente una mala idea, hacerlo desde una lupa o binocular es peor todavía, así como una lupa quema las hormigas, un lente que amplia la imagen va a llevar luz mas concetrada a su ojo lo que hará mas daño. La única manera segura de ver el Sol es a través de filtros solares diseñados específicamente para eso, la mayoría de estos filtros tienen una capa delgada de cromo y aluminio en su superficie que atenúa los espectros e luz visibles y los infrarrojos. Un filtro solar seguro debe transmitir menos del 0.003% de luz visible y no más de 0.5% de luz infrarroja en el espectro de 780 a 1400 nanómetros. Los rayos infrarrojos entre 1400 y 2500 nanómetros no pasan de la película lagrimal en nuestro ojo entonces no son un problema.

Fotografía de 4 personas sonriendo y mirando el sol durante un eclipse con lentes especiales de eclipse
Existen en el mercado varias opciones de lentes para ver de manera segura un eclipse directamente.

Los lentes oscuros que encontramos normalmente en las ópticas NO protegen el ojo para ver el Sol o la luz de la soldadura directamente, solo lo hacen para los rayos que se reflejan en otras estructuras.

Al final entonces, aquella frase de nuestras abuelas o madres llamándonos la atención para no ver el eclipse directamente estaba en lo correcto, si lo vamos a hacer y somos curiosos hagámoslo con el equipo adecuado para no tener problemas visuales potencialmente graves.

Fuente: Página del Oftalmólogo Dr. Francisco Dacarett (Honduras)