Estamos encantados de haber conseguido estar entre los 1-2 proyectos mejor clasificados de la iniciativa Millenium Nucleus para trabajar en nuevas ideas y tecnologías motivadas a través de la astronomía.
ERIS
YEMS
El Núcleo Milenio propuesto sobre exoplanetas jóvenes y sus lunas (YEMS) abordará la dicotomía en la formación de planetas gigantes mediante el desarrollo de un nuevo método de detección de exoplanetas jóvenes, y está liderado por Alice Zurlo (co-director) y Lucas Cieza (PI) de AstroUDP, junto con Sebastián Pérez (Director) y Fernando Rannou (PI) de la Universidad de Santiago, Guillermo Cabrera (PI) de la Universidad de Concepción y Simon Casassus (PI) de la Universidad de Chile.
Uno de los grandes debates en astrofísica se refiere a la vía de formación de un planeta gigante como Júpiter. Los planetas gigantes juegan un papel dominante en la arquitectura de los sistemas planetarios, ya que contienen la mayor parte de la masa y el momento angular. Dos teorías en competencia proporcionan escenarios de formación viables para los gigantes gaseosos: el modelo de acreción del núcleo y el modelo de inestabilidad del disco. ¿En qué condiciones una teoría es más favorable que la otra? Y, ¿estas teorías son mutuamente excluyentes? Las respuestas a estas preguntas requieren conocimiento de dónde y cuándo se forman los exoplanetas.
Los lugares de nacimiento de los planetas están ahora al alcance de las observaciones modernas, sobre todo con grandes conjuntos interferométricos, como el Observatorio ALMA, y cámaras de óptica adaptativa extrema. Estas observaciones pioneras incluyen descubrimientos de planetas jóvenes aún incrustados en sus discos protoplanetarios progenitores y están desvelando los procesos físicos que tienen lugar en los discos protoplanetarios y que darán forma a la arquitectura de los futuros sistemas planetarios, arrojando luz sobre el origen del Sistema Solar. Ahora nos enfrentamos a la necesidad de medir la masa de estos jóvenes exoplanetas y comprender su crecimiento, que se cree está regulado por un disco circumplanetario o "proto-lunar", es decir, el pequeño disco de acreción que formará las exo-lunas. Esto requiere avances en observaciones, simulaciones y técnicas de imagen que apenas estamos empezando a desarrollar.